MACLEAN, John (dir.). Slow West. UK: Lionsgate, 2015. 

Slow WestSlow West (2015) narra la historia de Jay Cavendish (Kodi Smit-McPhee), un joven aristócrata escocés, y su búsqueda por reencontrarse con su amada, Rose Ross (Caren Pistorius), en el Oeste estadounidense. Rose ha huido con su padre (Rory McCann) a los Estados Unidos para evadir la culpa de un crimen cometido en Escocia. Jay desconoce, sin embargo, que hay una recompensa para la captura, vivos o muertos, de Rose y su padre. En consecuencia, hay varios cazarrecompensas que también andan en busca de la familia Ross y uno de ellos, Silas Selleck (Michael Fassbender), logra ser contratado por Jay como guía sin que este último sepa de su verdadera ocupación y el cual  acaba por ayudar al joven escocés.

            Desde el inicio de Slow West, la voz en off del personaje de Selleck sugiere a la audiencia que el filme reconoce que el Oeste presentado, él del western, es uno imaginario y no corresponde exactamente con la realidad del periodo y lugar histórico que representa: “Once upon a time, 1870 to be exact, a sixteen-year old kid travelled from the cold shoulder of Scotland to the baking heart of America to find his love”.[1] La frase inicial, común a los cuentos de hadas y alusiva también al western emblemático Once Upon a Time in the West (1968), evidencia por parte de la película una autoconsciencia explícita de su carácter ficticio. Por una parte, Slow West presenta a la audiencia la noción del Oeste como una tierra de promesa y renovación, en oposición al mundo “decadente”de la civilización occidental en sus núcleos principales al este (la parte oriental de Estados Unidos y Europa). Por otra parte, sin embargo, el filme de MacLean también retrata al Oeste como esa tierra inhóspita y peligrosa, en la cual el orden social convencional se encuentra en un estado precario. Los personajes de Jay y Silas encarnan estas dos diferentes maneras de concebir al Oeste, tal y como es evidenciado por el siguiente comentario de la voz en off de este último: “to him [Jay] we were in a land of hope and goodwill. The way I saw it, kick over any rock and most likely a desperado would crawl out and knife you right in the heart if there was a dollar in it”.[2]La muerte de Jay y la unión de Silas con Rose al final del filme parecería ofrecer un veredicto definitivo con respecto a cual la visión sobre el Oeste se promueve; sin embargo, la voz en off de Silas también hace notar, antes de que concluya la película, que Jay le mostró que vivir consistía en más que sobrevivir. De tal manera, se puede apreciar cómo el Oeste es tanto la tierra de la esperanza como de la adversidad, las dos conceptualizaciones sobre este espacio en el género western no se excluyen sino que se complementan la una con la otra.

            La relación entre Silas y Jay también permite apreciar cómo el western ha sido un género importante en el desarrollo de la identidad estadounidense.[3] Jay, aristócrata, representa a la clase reinante del “Viejo Mundo”, la cual se evidencia, por ejemplo, en su diálogo en francés con un grupo de músicos que él y Silas encuentran en su camino. Silas, por su parte, se caracteriza por un pragmatismo que se opone al idealismo de Jay; también se revela a la audiencia que desde temprana edad ingresó a la vida de cazarrecompensas. La relación romántica entre Silas y Rose insinuada al final del filme por la toma de dos camas individuales puestas como una matrimonial, y también presagiada por un sueño de Jay antes de su muerte, simboliza que el futuro pertenece al hombre estadounidense del “Nuevo Mundo”.

            El amor de Jay por Rose contribuye al cuestionamiento de la noción del Oeste como una tierra prometida. Al inicio de la película, cuando se describen los motivos de Jay por adentrarse en el Oeste, se motiva, o al menos se deja abierta la posibilidad, a la audiencia a pensar que el filme terminará con la reunión feliz de los dos amantes. Sin embargo, por medio de flashbacks, se revela el pasado de Jay y Rose en Escocia y el hecho de que los sentimientos románticos de Jay no eran recíprocos; Rose sólo lo considera el pequeño hermano que nunca tuvo. Los flashbacks también permiten a la audiencia apreciar la tensión de clases socioeconómicas entre Jay y Rose, ya que esta última proviene de una familia de campesinos. Los ideales románticos de Jay evidencian su origen dentro de una posición social privilegiada en una escena en la cual, desesperado por convencer a Rose de corresponder a sus sentimientos, él le pregunta qué otra opción tiene ¿otro campesino o quizás un pescadero? Jay siente que tiene un derecho a reclamar el amor de Rose por su mera clase social. Por otra parte, el idealismo romántico de Jay, al ignorar los obstáculos que presenta la diferencia social entre él y Rose, es también la causa por la que ella y su padre se ven forzados a huir a los Estados Unidos de América: el tío de Jay lo descubre en la casa de Rose y le reclama por socializar con ella y su familia, luego da una cachetada a Rose; el padre de Rose empuja al tío en represalia y éste cae al piso y muere al estrellarse su cabeza contra una piedra. Asimismo, la ingenuidad de Jay es responsable de su muerte a manos de Rose; mientras la casa de esta última se encuentra bajo fuego por una banda de cazarrecompensas, Jay decide entrar por la puerta de atrás sin anunciarse, con el deseo de ser él quien proteja y salve a Rose.

            Cabe notar también cómo Slow West modifica los roles de género estereotípicos del western. Si bien por gran parte del filme la audiencia espera que en el tiroteo final tanto Jay como Silas tengan un rol importante y prevengan la matanza de Rose y su padre por parte de otros cazarrecompensas, estas expectativas son frustradas. Silas, al llegar al domicilio de los Ross, es rápidamente herido sin que haya podido dañar a cualquier persona y no participa en lo que resta del tiroteo. Jay, como se ha mencionado, es disparado por Rose cuando finalmente llega a la escena de la pelea. Por su parte, el padre de Rose es el primero en morir debido a un disparo de un francotirador que lo toma por sorpresa. En consecuencia, Rose y Kotori (Kalani Queypo), el indígena que vive con ella y su padre y el cual también muere durante el transcurso de la pelea, son los principales responsables por la defensa exitosa de la casa. De esta manera, Rose rompe con la figura de la dama que necesita ser rescatada por hombres valientes, común no sólo en el género western sino en un gran número de narrativas occidentales.

            Slow West es una película que toma una postura crítica ante la idealización del Oeste como un espacio donde cualquiera pudiese llevar a la realidad sus deseos y esperanzas. Tal crítica no es nueva al género; sin embargo, lo que ayuda a distinguir el filme de MacLean es el respeto y nostalgia que logra transmitir con respecto a tal conceptualización del Oeste. Si bien no queda duda, al final de la película, de que Jay es un “silly boy”,[4] como lo llama Rose en más de una ocasión, Slow West también evidencia el encanto inherente, a su manera ingenua, de ver el mundo.

Rodrigo Ponciano Ojeda

 

[1] Traducción: “Érase una vez, en el año 1870 para ser precisos, un niño de dieciséis años que viajó desde el hombro frío de Escocia al corazón hirviente de Estados Unidos para encontrar a su amor”.

[2] Traducción: “según él [Jay], estábamos en una tierra de promesa y bondad. Según yo, al patear cualquier piedra probablemente saldría un bandolero y te apuñalaría en el corazón si pensase que hubiese un dólar en él”.

[3] Cabe aclarar, sin embargo, que aunque el western ha sido asociado predominantemente con los Estados Unidos a través de su historia, también existen ejemplares del género que ocurren en otros lugares. Un ejemplo reciente es The Proposition (2005), filme cuya historia se desenvuelve en el desierto australiano.

[4] Traducción: “niño tonto”.