TCHAIKOVSKY, Adrian. Children of Time. Londres: Tor, 2015.

childrenChildren of Time, el primer libro de la serie homónima del británico Adrian Tchaikovsky, fue galardonada en 2016 con el premio Arthur C. Clarke a las mejores novelas de ciencia ficción. El texto, a pesar de no ser especialmente novedoso, rescata ideas que lo hacen una mezcla interesante de “space-opera” y ciencia ficción antropológica. Además, el autor destaca eficazmente la importancia del diálogo y la empatía incluso en las circunstancias más difíciles, una idea particularmente relevante en un mundo pospandémico.

La novela inicia cientos de años en el futuro en un momento en el que, anticipando la destrucción de la raza humana, un grupo de científicos radicales preparan el proceso de terraformación de varios planetas para poder colonizarlos. Por desgracia, antes de que el proceso de colonización arranque y como resultado de una guerra civil, la humanidad decae al punto en el que los humanos se ven forzados a abandonar la tierra. Los últimos sobrevivientes escapan en una nave (Gilgamesh) y están a la deriva buscando alguno de los planetas terraformados para poder establecerse y sobrevivir. Paralelamente, en uno de estos planetas (el planeta Kern), somos testigos de la evolución de los arácnidos. A lo largo de varios siglos, estas arañas súper inteligentes desarrollan su propia civilización, lenguaje, cultura y comunidades. El conflicto principal de la novela ocurre cuando estos dos grupos se encuentran y se ven obligados a dialogar para determinar el futuro del planeta y de sus civilizaciones.

Si bien la narrativa peca de ser demasiado extensa, el autor hace un buen trabajo describiendo el desarrollo de la civilización arácnida mientras que la contrasta con la  trágica decadencia de la humanidad.  La narrativa se focaliza en personajes concretos, lo cual le permite al lector identificarse con ellos e involucrarse con la historia rápidamente a pesar del extrañamiento. En el caso de las arañas podemos ver cómo el lenguaje y los pensamientos de estos personajes pasan de ser puramente instintivos a ser sumamente complejos, cosa que el autor evidencia con las estructuras sintácticas que utiliza. Este acercamiento antropológico es similar al que utilizan otros autores de ciencia ficción, como Ursula K. Le Guin, con la particularidad de que somos testigos del desarrollo de esta civilización alienígena desde sus orígenes.

Igualmente, el encuentro entre civilizaciones no resulta nada novedoso, pero destaca que no se trata de un conflicto bélico sino de uno principalmente intelectual e ideológico. Los personajes, tanto humanos como arañas, están constantemente obligados a mediar, dialogar y debatir. De hecho, al final de la novela, en vez de que el conflicto explote, ambos grupos acuerdan trabajar juntos para crear una nueva civilización. Si bien no se trata de un texto particularmente original o icónico en términos de narrativa o estructura, es sin duda una gran novela de ciencia ficción que cumple con el propósito de hacernos reflexionar sobre nuestra sociedad presente.

Isabel del Toro