BRAIDOTTI, Rosi. The Posthuman. Cornwall: Polity Press, 2013.
En The Posthuman,Rosi Braidotti plantea la condición posthumana como un punto de inflexión en la conceptualización de nuestra especie, ya que considera que el concepto de lo humano ha explotado bajo la doble presión del progreso científico y tecnológico, por un lado, y de los intereses de la economía capitalista global, por otro. Como resultado, surgen dos movimientos que buscan dar cuenta de la condición humana en este nuevo contexto, aunque de maneras opuestas: el transhumanismo y el posthumanismo. El primero se caracteriza por buscar la potenciación humana mediante el desarrollo tecnológico como continuación del proyecto ilustrado, mientras que el segundo busca descentralizar al Hombre como medida de todas las cosas (postantropocentrismo) y reflexionar sobre cómo “lo humano” mismo se ha utilizado de manera reduccionista y se ha circunscrito al modelo renacentista de hombre blanco, europeo, protestante y heterosexual.
En este sentido, el posthumanismo de Braidotti consiste en un cuestionamiento del humanismo clásico orientado a divisiones dialécticas que conllevan una jerarquía implícita, así como la idea de progreso de la humanidad como una teleología basada en la racionalidad científica que busca alcanzar la perfectibilidad del Hombre. En su lugar, el posthumanismo tiene la finalidad de replantear los esquemas dominantes y de proponer alternativas de pensamiento que den cuenta de la multiplicidad y de las subjetividades concretas que se encuentran en un constante proceso de devenir.
El posthumanismo de Braidotti tiene como punto de partida la filosofía nómada de Deleuze y el monismo de Spinoza, los cuales se oponen al pensamiento jerárquico y buscan desplazar los esquemas de oposición. A pesar de haber utilizado en publicaciones anteriores estas herramientas teóricas, es en este libro en que la autora propiamente formula el concepto del posthumanismo, con lo que se consolida como una de las pensadoras más relevantes alrededor de los nuevos retos que representa una sociedad globalizada, multicultural y tecnológicamente mediada en la que el ser humano se concibe ya no como el centro, sino en interdependencia con lo no humano.
Carla T. Morttiz
